Segunda reflexión de hoy...tengo una orquídea en casa, adoptada del cultivo de orquídeas de mi amigo Juan Luis, que tuvo que dejar atrás en su migración al Norte de Europa y que, milagrosamente, (puesto que nunca me he considerado una persona especialmente dada con las plantas), se empeña en florecer por esta época del año, y como manda la tradición, en cada floración me regala una flor más.....
Estoy maravillada con ella, especialmente orgullosa de mí, por haberla de algún modo, (no demasiado consciente) ayudado a lograr este esfuerzo, año por año.....
Cuando comienza a salir la vara de la que surgirán las flores, ando inquieta, mimándola, cuidando que nada la entorpezca en su proeza...como una abuela impaciente....
Este año, ha sido puntual a su cita conmigo y floración a floración me ha ido asombrando como siempre y llenado de ilusión...aunque he comprobado que no ha habido una flor de más esta vez.....al menos, no como lo ha hecho en otras ocasiones.....
Durante unos días recuerdo contar los capullos insistentemente, llegando a la conclusión de que recordaba mal el número del año pasado, pero....cuando más belleza parecía que no era posible, del extremo de su vara principal, ha empezado a surgir otra y ya se pueden contabilizar 3 o 4 nuevas flores, de las cuáles una está a punto de brotar de un momento a otro.
Todo esto me ha dado que pensar en el esfuerzo tremendo que ha hecho este minúsculo ser, que ya tiene una edad, en la explosión de energía que ha supuesto para ella esta floración y, como biólogo entiendo que en la naturaleza, todo tiene un cometido...
Me encantaría pensar que me ha regalado esa floración extra, que está por ver en qué va a terminar, porque sabe que me haría muy feliz, y que de algún modo, sabía que me sorprendería este año...en plan, ¡ta-chán!.....pero no creo que haya sido ese su cometido, la verdad....
Imagino de un modo más realista, que se cumple algún ciclo, que como "no botánica ni amante y profunda conocedora de las plantas", desconozco, por el cual, se ha visto abocada a "explotar" de ese modo.... pensar en esto último, me ha dado pánico, porque normalmente en la naturaleza, cuando algo así sucede, es en plan traca final, "me despido con todo lo que tengo", ahí les dejo.....Y llegar a esta conclusión reconozco me tiene angustiada.... ¿Tendré que hacer algo?, ¿se espera de mi como cuidadora que lleve a cabo alguna importante acción tipo, trasplante, aplicación de algún nutriente, corte de esqueje?...
También podría ser que las condiciones medio ambientales de este año la han hecho aprovechar las circunstancias y lanzarse con un "extra"....esto sería más reconfortante para mí.....
Lo cierto es que la preocupación me ha hecho pensar en estas cosas y no he disfrutado tanto de su belleza y su esfuerzo estos días....hasta que ayer, la vi tan bonita, que no pude resistirme en recrearme en su belleza haciendo estas fotos...y pensar en que, si por los motivos que sea ella ha llegado a crear todo este colorido en mi casa, ¿cómo voy a desperdiciar el momento con las preocupaciones de lo que pasará mañana?
Y entonces, he llegado a la metáfora de la que dije, no soy muy amante, y el consabido auto-análisis...estableciendo el paralelismo que existe entre esta planta y mi existencia, ahora mismo....
Embarazada, tras haber tenido dos hijos maravillosos y dos pérdidas dolorosas, con una edad en la que muchas han aparcado sus instintos maternales, o se lanzan como medida extrema de último intento de primera vez.....algo cansada en la recta final, con menos energías de las que recuerdo en los dos anteriores y dispuesta, a darlo todo en un ejercicio de tozudez...a volver a florecer con todo lo que soy y tengo....aprendiendo a disfrutar de lo que puedo ser y no de lo que vendrá mañana....esperando con ilusión que el fruto de mi esfuerzo, sea un bebé sano y hermoso, como los anteriores....
Pues para no ser muy dada a las metáforas y el auto-análisis....no está mal.....
