Soñé con un jardín repleto de aromáticas, con ese aire desaliñado y tan natural, que mi amigo Juan Luis tanto se empeñaba en recordarme, no era fruto de la casualidad, sino de horas y horas de cuidados...Pero no le hice caso...no las podé, no las deshijé, ni acoté, tampoco les di formas y pensé, que cuanto más libres fueran, más natural...y bueno, natural sí que es...también salvaje y un poco incontrolable.
El rey absoluto de todas mis aromáticas es el romero....y de sus hojas y flores a parte de un intenso aroma y un jardín absolutamente campestre, obtengo aceite para bálsamos naturales, las mezclo con sal marina, de las únicas salinas 100% naturales y artesanales que quedan en la Isla, o las uso en los postres y panes que horneo cuando tengo un rato....
Hace días unas abejas rondan sus flores con auténtica pasión..lástima no poder seguirlas y descubrir lo que ellas hacen con el romero de mi jardín...
